Se cumplen 50 años desde que Jeiki Abesbatza comenzó su andadura en Leitza, un aniversario redondo que la coral está celebrando por todo lo alto. Comenzó en marzo con un concierto especial y continúa el sábado con el Orfeón Pamplonés. Además, se estrenará la obra sobre la piedra que han encargado al compositor David Azurza y anuncian más sorpresas. Será a partir de las 20.00 horas en la iglesia de Leitza. La entrada es 15 euros, gratis para menores de 18 años.

Jeiki Abesbatza se creó a partir de un coro anterior, Agrupación Coral de Leitza, que había desaparecido 2-3 años antes, según recuerda Joxe Mari Azpiroz, presidente de Jeiki Abesbatza y que ya formaba parte de la coral desde sus inicios. Al respecto, destaca que una persona clave fue Florencio Irurtia, su director durante 38 años. “Entró gente nueva y estábamos unas 40 personas, número del que nunca hemos bajado. Siempre hemos estado entre 40 y 50 coralistas”, apunta.

Había ganas. Tras muchas horas de trabajo y ensayos, solo cinco años después, en 1979, Jeiki Abesbatza ganó el Concurso de Ejea de los Caballeros. También consiguió el premio a la mejor coral vasca en el Concurso de Masas Corales de Tolosa en dos ocasiones, en 1982 y 1983. Ese último año también participó en el certamen de Langollen, País de Gales, dónde quedó en octavo lugar entre 36 coros de toda Europa. Además, en la obra obligada de polifonía quedó segunda, detrás de Bulgaria.

Jeiki Abesbatza en su viaje a Gales, en 1983. Cedida

 “Cuando entramos la mayoría partimos de 0, sin ninguna formación musical. Era mucho trabajo de oído con cintas”, apunta. Fue una década frenética, de concursos y conciertos que les llevaron a importantes escenarios como el Arriaga de Bilbao o el Gayarre de Pamplona, con obras a su altura. Asimismo, llevaron su música por Europa, con conciertos en Gales, Inglaterra e Italia. “Florencio era de la opinión de que los concursos eran un aliciente para aprendizaje. Pero el nivel de exigencia era muy alto”, observa. Así, 10 años después, los y las coralistas decidieron echar el freno pero sin detener el motor y siguieron ensayando y ofreciendo conciertos en el ámbito local.

Hace 20 años volvieron a hacer suyo su nombre, y levantaron Jeiki Abesbatza. “En 2004 retomamos la marcha de hacer cosas gordas”, cuenta su presidente. En esta nueva etapa han ampliado su repertorio con autores como Haendel, Bach, Schubert y Mozart, entre otros, así como repertorio vasco con sello de identidad en sus compositores y arreglistas. Asimismo, han abierto el horizonte de sus actuaciones. Y es que además de salir de Leitza, han ofrecido conciertos en escenarios singulares como Peru Harri o Leitzalarrea, entre centenarios abetos blancos. 

Después de casi cuatro décadas, Irurtia pasó la batuta en 2012 a Nekane Piñuela, que ha estado al frente de la coral durante 11 años. El pasado noviembre le sustituyó Vinaixa Gartzia Ezeiza. “Le ofrecimos un sábado, en el último concierto que dimos con Nekane, y el viernes siguiente ya estábamos ensayando. Nos ha pillado con las celebraciones del 50 aniversario, con cosas gordas como el Réquiem de Fauré, que cantamos en el primer concierto de los actos conmemorativos. Fue un exitazo, con 400 personas en la iglesia”, apunta. 

Medio siglo de afición y compromiso

Son cinco décadas de ensayos, de conciertos, de viajes; muchos momentos compartidos que han convertido al coro en una gran familia. “Hay muy buen ambiente, solo de esa manera se puede entender una trayectoria tan larga”, incide Azpiroz. También pone el foco en la implicación de los y las coralistas. “Llevar adelante obras como el Réquiem de Mozart o el de Fauré sobre es posible con una implicación tremenda, con disciplina y afición”. Los ensayos son dos días a la semana, tres horas en total, de septiembre a junio.

Algunas voces se han ido y otras se han incorporado, unas 120 personas a lo largo de estas cinco décadas, un tiempo de grandes cambios en los que ha mantenido la afición por la música. “La pandemia fue un duro golpe pero conseguimos salir adelante”, apunta Aziroz

En la actualidad son 41 miembros, 27 mujeres y 14 hombres, descompensación que cubren con más obras para voces femeninas. Con la mirada puesta en el futuro, anima a otras personas a unirse a la coral, “por lo menos que prueben”, puntualiza. Y si son voces masculinas, todavía mejor.

Las celebraciones continuarán el 15 de junio, con un festival en el que participará buena parte del tejido cultural de Leitza, Y es que les acompañarán txistularis, dantzaris, bertsolaris y Comparsa de Gigantes y Cabezudos además de la Banda de Música de Lesaka. Será en la plaza de Leitza, como las grandes citas de este pueblo. “Es casi seguro que lo grabe ETB”, avanza. 

El broche de los actos conmemorativos será el 28 de septiembre, con un concierto de la Coral de Cámara de Pamplona. Asimismo, de cara al otoño, quieren organizar una exposición que recoja este medio siglo de andadura, con fotografías, carteles, trajes o trofeos entre otros objetos.