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¿Muere Atención Primaria?

"No hacer nada no es una opción. La Atención Primaria es demasiado importante para las personas y para nuestra Comunidad como para dejarla tal y como está. Podremos equivocarnos, pero si lo hacemos escuchando a los profesionales y evaluando los cambios, acertaremos más".

"Ezer ez egitea ez da aukera. Lehen Arreta funtzeskoa da herritarrentzat eta gure komunitatearentzat, dagoen bezala uzteko. Huts egin dezakegu, baina profesionalei entzunez eta aldaketak ebaluatuz egiten badugu, gehiago asmatuko dugu".

sta frase abre el documento y resume el espíritu del Plan de acciones concretas elaborado por el Departamento de Salud tras no pocas reuniones y consultas con personas y organizaciones profesionales, y que vamos a desarrollar en las próximas semanas y meses. Hace unos días, por otra parte, las principales cabeceras de prensa en nuestra Comunidad publicaban un artículo de varios representantes de asociaciones científicas y profesionales de Atención Primaria con el título del encabezado: ¿Se muere la Atención Primaria? El párrafo que abre este texto podría ser la respuesta. No se muere la Atención Primaria. Evidentemente no. Está tocada, sin duda; muy justica. Pero no podemos conformarnos con lo que hay, y no lo vamos a hacer. Es demasiado importante como se afirma al comienzo; para nuestra salud y bienestar, para las personas, para la cohesión social y crecimiento sostenible de nuestra Comunidad.

Coincido con los autores del artículo de referencia en una gran parte del diagnóstico. La Atención Primaria (y los servicios de salud), tenía y tiene unas debilidades estructurales que se arrastran desde hace bastantes años y el tiempo, la ausencia de soluciones y reformas estructurales, y los recortes en sanidad no han hecho más que aumentar y cronificar. La pandemia global que nos ha tocado y toca enfrentar, ha reventado claramente las costuras del sistema, como en tantas otras cosas, y se ha encontrado en primera línea con la Primaria. También hay que decir, porque es de justicia, que el sistema de salud de Navarra en general y nuestro Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, ha dado y está dando una respuesta muy digna, a pesar de todo; y con una entrega de la gran mayoría de profesionales de emocionar, sin duda.

Pero estábamos en las debilidades. Las personas y profesionales están muy cansadas, hay demasiada desesperanza. Se arrastra y existe una insuficiente financiación, comparativamente hablando. Faltan profesionales y muy especialmente de Medicina Familiar y Comunitaria, y faltarán todavía durante unos años hasta que no se compense el balance entre las que se forman anualmente (ahora 40 residentes año), y las que se jubilan. Hay problemas y rigideces serias en los procesos de selección, contratación, fidelización e incentivación de profesionales. Las OPEs, por ejemplo, son demasiado lentas. La organización de los procesos de atención y de los centros tiene debilidades importantes y mucho margen de mejoras.

Han cambiado los tiempos, las necesidades y expectativas de las personas, las sociedades; pero no hemos cambiado nuestras maneras de hacer, nuestras respuestas. Nos faltan desde luego herramientas de gestión. Faltan liderazgos también, cercanos e imprescindibles. Hay que innovar y potenciar en serio la formación, la investigación y capacidad resolutiva de la primaria. Y nos queda un reto de primer orden y bien complicado, por cierto, el de la racionalidad e integración asistencial. Alguna de las señas de identidad de la primaria como la longitudinalidad, lo comunitario y la calidad percibida han mermado, al menos parcialmente.

Todo lo anterior es cierto y también que hay todavía problemas de acceso pendientes, en algunas zonas y centros concretos; especialmente la dificultad de acceso telefónico y también de visita presencial, todo ello especialmente importante para las personas mayores y vulnerables. Aunque en el año 2021 la Atención Primaria en Navarra ha atendido a 628.000 personas, que no son pocas. La demanda, de hecho, está creciendo significativamente y hay que gestionarla inteligentemente. Esto son datos, y también son ciertos. Y también es verdad que cada día en centros de salud y consultorios de toda nuestra Comunidad, profesionales excelentes atienden lo mejor que saben y pueden a las personas que lo precisan. Lo uno y lo otro. Las debilidades y problemas para identificar y resolver y lo bueno para valorar. Crítica y autocrítica por supuesto. Pero queja y fatalismo lo mínimo, que abonan la desesperanza y, sobre todo, no sirven para nada.

Es verdad que estamos todavía gestionando la 6/7 ola en Navarra, que justo nos está dando un respiro. Pero no nos queda mucho tiempo y hay que empezar de inmediato a ejecutar el plan de acción y las mejoras. Es tiempo de cambios y aires nuevos. Y con los profesionales, la única manera. Lo están esperando, exigiendo. Tenemos que ser capaces de generar esperanza. No podremos seguro, hacer todos los cambios estructurales que se precisan, ni hay tiempo ni condiciones. Pero tenemos que ejecutar cambios a mejor y reformas concretas que generen esperanza y sienten las bases para continuar reformas en próximas legislaturas.

Acabo por donde empezaba. Podremos equivocarnos. Pero la peor equivocación es no hacer nada. Lo hacemos, evaluamos y vemos. Con empatía, siempre, imprescindible ahora a todos los niveles en nuestra sociedad. Gracias siempre a tantas personas y profesionales que han hecho y hacen de la Atención Primaria y los servicios de salud su vocación y compromiso personal y profesional. Seguimos.

*El autor es médico y psiquiatra. Máster en Salud de la Comunidad. DG Salud, Gobierno de Navarra