Cuando uno piensa en organizar su boda normalmente suele planificarla en su ciudad o en un lugar al que los invitados puedan acceder con facilidad, aunque siempre hay quien decide celebrarla en un lugar paradisiaco o, sencillamente, en el lugar del mundo que elijan.

Esto es lo que han hecho este martes los ciudadanos chinos Zheng Yasui y Liu Shuo, que decidieron casarse en Barcelona, porque ambos estaban profundamente enamorados de la capital catalana pese a que nunca la habían visitado. La enorme distancia entre China y Barcelona (y el precio del viaje) hizo que sus seres más cercanos, familia y amigos, no pudieran acompañarlos.

No querían estar solos

"Somos de China y es la primera vez que venimos a Barcelona", explicaba Zheng Yasui a Catalan News, el medio en inglés de la Agencia Catalana de Noticias, la víspera de la boda. Amantes de la arquitectura y de la cultura españolas, eran conscientes de que cuando llegara ese momento tan especial se iban a encontrar bastante solos y no querían que fuera así, de modo que buscaron fórmulas para conseguir compañía cuando se dieran el ‘sí quiero’.

Y su método funcionó. Aunque oficialmente se habían casado en su país decidieron celebrar la fiesta en la Ciudad Condal (“uno de los lugares más recomendados para visitar", aseguraban) y repitieron allá la ceremonia con él vestido de negro, ella de blanco y una oficiante también china. Todo ello tuvo lugar en el mirador del parque de atracciones del Tibidabo y les acompañaron nada menos que 60 personas; eso sí, totalmente desconocidas para ellos.

A través de una app

¿Cómo lo consiguieron? Organizaron un evento a través de la aplicación móvil Meetup, una red social que permite conocer gente para realizar actividades de todo tipo o acudir a eventos. Bien es cierto que se habían apuntado 220 personas a su cita y que al final sólo acudieron 60, pero fue una cantidad más que suficiente para los recién casados, que no concebían una fiesta sin una buena cantidad de invitados.

Además tuvieron la suerte de evitar las fuertes tormentas que azotaron Catalunya el lunes y que les tuvieron en vilo hasta el último momento. Pudieron casarse y celebrar la fiesta sin lluvia, aunque todas las fotos desde ese espectacular mirador de la ciudad que es el Tibidabo salieron con amenazantes nubes de fondo. “Esperamos que todo el mundo que ha compartido con nosotros esta ocasión tan especial se lo haya pasado bien y se lleve un buen recuerdo", afirmaron.